sábado, 5 de abril de 2014

Carta Para Mi Esposa

Ohhh mi dulce y amada dama, mi bellista y tierna mujer, cuida tus caminos de las sombras y de los peligros que abundan en este mundo.
No confíes en las personas que un día deciden darte la  mano en muestra de pareció, no des tu pie a torcer cuando sientas que no puedes mas, no dejes que la vida se te pase por entre los dedos, mucho menos dejes que las palabras hermosas, pero vacías te lleven al cielo.

No seas como aquellas mujeres rubias que solo buscan un hombre de billetera abultada, no busques ser como aquellas mujeres que con freces bonitas dejan atrás su mundo para rendirse en deleites de la carne....

La carta seguía sus lineas, una letra fina, curva, digna de ser de un hombre culto y bien dotado de inteligencia, la mujer que lee esta carta cada vez mas se impacienta al ver tanto alago, tantos buenos deseos, muchas veces tuvo que parar y preguntarse ¿Quien la envió?
Aquella carta de hojas blancas, con un poco de amarillo en los bordes debido a que el tiempo empezaba a dañarla, aquella tinte de hierro como si se tratace de una de esas viejas cartas escritas en el siglo XlX mostraban un aire de misterio, como a la vez de pavor. Sus ojos siguen bajando leyendo los cuidados tan grandes que en esta se estipulan, al cabo de leer dos lineas mas sus ojos se abren de manera inusual, su rostro se pone blanco como aquellas hojas de papel y su boca queda abierta de par en par al darse cuenta que su nombre esta allí.

Mi quería Julia, mi bella Julia, me pregunto si estarás bien, si comerás bien todos los días, me pregunto como sera la vida que llevas...
Hace mucho tiempo no puedo verte, hace mucho que no se nada de ti. Y eso para mi es como la mas larga condena, creo que ese sera un problema ya que no se cuando podre verte de nuevo.

Julia, si ese era su nombre, Julia miraba sin parar aquellas lineas, esas lineas que la llenaban cada vez de horror ¿quien escribió esto? ¿Quien me observa? piensa y piensa sin parar, ella no tiene mas opción que seguir leyendo hasta poder encontrar una firma, un nombre, o una pista que la ayude  a revelar este misterio...

Mi querida Julia como deseo poder verte y besarte, como deseo decirte al oído lo mucho que te amo como en días pasados.

¿En días pasados? piensa ella, la única persona que hacia eso era su esposo muerto hace ya mas de 5 años, había muerto de una extraña enfermedad, desde aquel entonces jamas pensó en tener algo con alguien, para Julia su único y verdadero amor fue el que su esposo George le había brindado por tantos años...
Julia quiere tirar esa carta de una aparente broma pesada, pero sus ojos no lo pueden evitar son como un pulso hipnótico lo que la obliga a seguir leyendo...

Sabes... estoy muy solo, me pregunto cuando podre verte cada día, este lugar es tan frió, tan hostil, y las personas aquí no son agradables, espero poder verte pronto, pero mas deseo que esta carta pueda llegar a tus manos. Te amo mi querida esposa.
Atentamente: "Georgie"
Abril 5 de 1940

Esto ultimo dejo que Julia perdiera la razón, "Georgie" era como ella lo llamaba, nadie sabia eso, y la fecha tampoco era común, ya que la fecha de ese día era 8 de Abril de 1940.
Julia al pasar unos días esperando que regresara el cartero para que le diera unas respuestas, la única informacion que pudo obtener de el, es que aquella carta se la había dado un señor de capucha de color café oscuro, de piel pálida, con las manos hechas huesos, en el viejo cementerio central...


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