miércoles, 15 de mayo de 2013

El Monje Sin Cabeza


Esta historia ocurrió hace muchos años en la ciudad de Bogotá Colombia, mas para ser exactos en uno de los barrios más populares de este sitio. "La Candelaria" este es uno de los lugares más antiguos que tiene esta ciudad al igual que es una de las mas misteriosas, y lo digo en el sentido de que han ocurrió muchos eventos catastróficos en este lugar por consiguiente, muchas de las cosas malas que suceden en este lugar es debido a su vasta cantidad de energía que emana de allí.

Se han visto varias cosas desde espíritus de mujeres, niños como también de un monje...
Muchos podrían entender toda esta clase de espíritus, ya que en tiempo pasado se podían cometer faltas graves y ser penalizadas con la muerte, incluso se han sabido accidentes, en los cuales terminan niños involucrados, mas nadie podía dar explicación de por qué hay el espíritu de un monje y lo más curioso de todo esto, es que dicho monje no tiene cabeza...

Pues bien un joven estudiante de comunicación socia, ambicioso y osado decidió averiguar mas sobre esta historia, decidió revisar artículos, expedientes, libros de historia incluso ir a algunas casas de este barrio popular, para encontrar pistas de lo que le pudo suceder a este pobre hombre.
Tras largos días de búsqueda interminable, da con unos viejos documentos que daban de los años de la conquista española en esta ciudad, noto que había algo curioso, un relato histórico, el cual decía que aquellos tiempos las bodegas de vino eran custodiadas por los monjes, ya se decía que como eran devotos a su religión jamás beberían de dicho vino que era para las personas adineradas que querían apoderarse de estas tierras...
Noto que había una historia, la historia de dicho monje.
Bien el caso estaba resuelto, ya que la historia decía que este monje mientras cuidaba los vino y bebía de ellos, se sostuvo de un estante de ellos para alcanzar las botellas de vino añejo que estaban en lo más alto, aquel estante se rompió dejando caer al monje sobre los cristales de la ventana y con tal desgracia que uno de esos cristales termino con su vida decapitándolo.

Aquel joven decidido, quiso ver en lo que se había convertido aquella bodega, tomo su cámara, su grabadora de bolsillo y se dispuso a ir a este lugar, el cual era una casa tipo museo, quería tener un poco de suerte y grabar algo de este estilo para su tesis.
Era un sábado en la noche, la gente se iba para sus casas, el museo estaba por cerrar, aquel joven había conseguido un permiso de estar en dicho sitio hasta que él quisiera, pero escogió mal el día para hacerlo, ya que había un peregrinaje de monjes, curas, monjas, era para un evento teatral por parte de la iglesia del lugar, mas este joven no vio problema alguno, incluso pensó que un poco de compañía le caería bastante bien, así no tendría miedo si algo paranormal pasaba...

Las horas pasaron mas este joven no obtenía nada, tomo muchas fotos y ninguna dio resultado, el joven frustrado dispuesto a irse a su casa y darse por vencido, alista sus cosas, cuando una figura aparece cerca de él, era un monje, este monje, platica con él, le hace preguntas tales como ¿Como te llamas? ¿Donde vives? ¿Que haces aqui? en fin una charla muy normal, este joven con su grabadora encendida decide aprovechar el momento y hacer un especie de reportaje a este monje, así al menos aprovecharía su tiempo perdido, el monje le relata parte de su vida su niñez estando en el monasterio, cosas triviales.
Pero en un instante, el moje con estas mismas palabras pasmadas le dice a este joven "Todo era mejor hasta el día en que morí, a causa del pecado" El joven lo mira fijamente, nota que no se le ve el rostro por su capucha, peor al mirar fijamente, se pueden notar rastros faciales, pero no en este caso...
El monje se levanta y le dice "Es tarde, debo volver a cuidar" se retira dejando una estela de frio que recorría los huesos del cuerpo, el joven con su rostro desfigurado del mismo miedo, sale corriendo, retoma la calma, había logrado su cometido. Al llegar a su casa, mira las fotos, mas en ellas no hay nada, toma su grabadora de bolsillo, mas todo lo que escucha es una distorsión...
Desde ese día aquel joven dejo de buscar a dicho monje, ya que entendió que hay fuerzas en este mundo con las cuales no debemos jugar, mucho menos buscar...





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