jueves, 30 de enero de 2014

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Capitulo I

El Asesino De Dios

El teléfono de la comandancia de policía romana repica sin detenerse, una mano blanca flaca se dispone a contestar, tomando la bocina para que este dejara de hacer su ruido irritante...
Buen día habla el detective Ittay, era un hombre alto de piel blanca tenia una cicatriz en la mejilla producida por un accidente automovilístico en donde perdió a su esposa y a sus dos hijos, Fridda Ittay y Josep Ittay.
Su esposa Alexandra Size, era una buena mujer se habían conocido en un viaje ambos salían de vacaciones de Roma a Suecia, casualmente tuvieron sillas contiguas en el avión, en ese momento hablaron y al ver que iban al mismo hotel se llenaron de una alegría extraña, pero su felicidad aumento desde que supieron que tenían habitaciones contiguas, en pocas palabras fue amor a primera vista y el destino los quiso juntos desde ese instante.

Pero toda esa felicidad luego de 20 años de estar juntos de que sus hijos tuvieran una edad de 10 y 8 años , llego a su fin ese accidente donde Alexandra viajaba con sus hijos para visitar a su abuela, mientras su esposo trabajaba en un caso en la comandancia, un hombre embriagado conducía por la interestatal rumbo a la casa de su ex novia por que le había terminado, viajo por casi 10 horas desde un sitio al otro, estuvo bebiendo ginebra todo el camino, el alcohol y el cansancio fueron demasiado para el.
En ese instante Alexandra se distrajo por que los niños peleaban por la ventana abierta, este hombre llamado Lucius Guorrent se queda dormido frente al volante perdiendo el control. Alexandra no puede reaccionar a tiempo, ambos autos se estrellan de frente envolviéndose en una bola fuego dejando las vidas de estas cuatro personas en el olvido...
Una vez supo lo que ocurrió, su vida se fe al vació dejando un rastro de depresión hasta el punto de intentar suicidarse lanzando su auto por el abismo. su suerte no fue la mejor ese día ya que solo dio un golpe en seco contra el prado de la montaña, lo único grave fue un brazo roto y que uno de los cristales le hiciera su herida...
Así el recuerda cada día ese instante horrible en su vida.

Un asesinato acaba de ser cometido en la Capilla  Sixtina 9 niños entre la edad de 8 y 10 años había sido acecinados...
quien había llamado al detective Ittay fue el detective Octavio, aquel hombre un hombre serio pese a que se mofaban por su nombre diciéndole Dr. Octavius  como el villano de Spider Man.
Su voz era seca y demasiado seria de lo normal y antes que Ittay pudiera preguntar el como había pasado Octavio menciona algo que es sumamente extraño, en la escena del crimen fue encontrado un mensaje bíblico.
Aquel mensaje citaba a el libro de Mateo 19:14 "Dejen que los niños vengan a mi, y no se los impidan, por que el reino de Dios es de quienes son como ellos"
Era un mensaje perturbador y a la vez enfermo, Ittay le dice a su compañero Octavio que saldría de inmediato.

El viaje  en una  delas patrullas de la comandancia se hace eterno debido a que cada vez que toma un auto recuerda lo sucedido, sus manos se ponen frías, el sudor empieza  a manifestarse, incluso los momentos de estrés extremo.
Al momento de llegar al lugar los periodistas no se hicieron esperar, una nube de estas personas se dirigía a este hombre para hacerle miles de preguntas Ittay pasa en medio de ellos ignorando por completo lo que pasaba. Cuando llega al fin a la escena del crimen sus ojos no pueden evitar ver lo repugnante de la escena, todos los niños habían sido masacrados de una manera inhumana, les cortado sus gargantas, sus familias estaban en la escena llorando y clamando por ayuda, otros estaban protestando y reclamando decían que como era posible que en un lugar tan importante y turístico pasara algo como esto. la sangre derramada dejaba un par de huellas, pero en ese instante las huellas desaparecen la persona había notado ese detalle y limpio sus zapatos antes de irse, eran unos zapatos deportivos, una talla grande lógicamente esta persona  era un adulto pero ¿Por que hizo esto?  enseguida Octavio lo tomo del brazo y le mostró la cita bíblica, estaba escrita con la misma sangre de los niños acto aun mas extraño
¿como pudo tener todo ese tiempo para poder matar y rescribir ademas de salir sin ser notado?
Ittay pidió la grabación de las cámaras para poder ver algún tipo de anomalía.
Los testigos dicen no haber visto nada ni a nadie sospechoso, tras luego varias horas, ninguna pista la policía y los detectives solo pueden irse a su casa.

Ittay una vez en su casa solo puede recordar lo que paso con esos pobres niños, en su mente empieza  a maquinar lo que paso, el vio algunas cosas que los demás no vieron, las heridas producidas en los cuellos de los niños fue por una arma larga, tal vez una espada o un sable japones, son los únicos con ese filo, la forma en como estaban los niños daba a entender que estaban prestando atención a algo y no solo eso que estaban sentados lo mas importante la nota escrita con sangre tenia pequeños filamentos, alguien había tomado una brocha para hacer esto, lo que daba a entender que esta persona se mezclo con la multitud y fingió ser un pastor o algo similar para poder cometer su acto tan atroz, el problema realmente era ¿Por que lo había hecho? ¿Con que fin?
Ittay en la oscuridad de su casa toma una botella de ron blanco vaso tras vaso, la mente de este hombre se hunde mas en la desesperación, pero en ese instante por un extraño instante vio a sus hijos muertos en ese lugar, una extraña visión lo hizo reaccionar tomo la decision mas importante en su vida, dejar a un lado sus vicios, aprender a este asesino y dejar su pasado atrás...
Lógicamente sabia que esa lucha no seria nada fácil.

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