No sé que tienen las calles de la gran Buenos Aires, no sé qué
ocurre al caminar, mucho menos, al pensar mientras caminas en la oscuridad,
pero lo que me paso anoche fue total diferente a todas.
Algo que sin dudas me dejo sin habla, con
el pensamiento vació y solo tuve ganas de escribirlo...
Una noche como cualquiera de estas, en la
cual el otoño dice adiós para dar paso al frió invierno, me sentía vació por
dentro, decía que mi vida estaba estancada por una u otra razón, no sabía el
por qué me sentía así o él como quería pasar mi vida, así que decidí salir a
caminar para pensar acerca de mi vida y de mis planes a futuro, ya fueran
cortos o largos.
Las largas calles de Argentina son vacías
por esta época, lógicamente no en todos los lugares, pero este era ese caso,
calles solitarias, pocas personas a su alrededor, eran las 12:50 de la noche no
hacia frió estaba vestido de negro, con una camiseta de therion y zapatillas,
la calma era única, la brisa era la mejor que había sentido en años, era como
si hubiera vuelto a nacer, sentía todo tan propio, tan mío, no sabía cómo
expresarlo, pero en ese instante note algo extraño, algo fuera de su sitio, las
calles eran más grises, más oscuro, las luces no daban mucha visibilidad, fue
en ese instante que supe que esta noche en particular era diferente a todas las
demás.
los nervios me invadían, las manos me
sudaban, mi piel era de gallina, no sabía el por qué, luego paso algo que me
dejo sin habla, sentía algo extraño que me vigilaba, como una presencia, sé que
muchos la han sentido pero ha sido por poco tiempo, o por instantes cortos,
pero este no fue mi caso, entre mas caminaba sentía más cerca este algo, su esencia
era más fuerte a cada instante, pero tras sentir de nuevo lo que era, esta
presencia era muy familiar, la sentía casi mía, tras unas horas de caminar de
sentir esta presencia extraña note que eran las 2:15 de la mañana, era hora de
regresar a mi hogar dormir para hacer mi jornada diaria, pero cuando pensé en
esto, hubo algo en mi interior que me lo impedía, tras levantarme e intentar
caminar, mis pies se hicieron más pesados, las viejas lesiones del pasado dolían,
mi tobillo me dolía, lo mismo que mi rodilla, algo no quería que regresara,
este presencia se torno en una sensación de apego, algo no quería regresar, al
final termine regresando a casa, hice mi rutina diaria, y tras beber un vaso de
agua y acostarme en mi cama pude comprender que era lo que sucedía.
Esta presencia no era más que mi ser
interior el cual me decía lo que perdí hace mucho tiempo, mi esencia nocturna,
mi pasión, mi delirio, mi verdadero yo, un ser nocturno, un ser noctambulo
dedicado a no dormir, si no a escribir de todo lo que mi maquiavélicamente
dijera ¿He perdido todo? no lo creo por que este presencia mía sigue halla
esperando que retome lo que por derecho siempre ha sido de ella, mi ser siendo
nocturno, mi ser siendo uno solo con la noche y sus extrañas criaturas...
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